El coaching somático supone un enfoque holístico del desarrollo de la persona y comprende la percepción de todos los aspectos de la personalidad. El coaching clásico se ocupa principalmente del contenido que comunica el cliente. El coaching somático, una combinación única de técnicas de coaching y nociones del trabajo corporal, evalúa también señales físicas como la mímica, la postura corporal, los gestos, la forma de hablar, las emociones y las experiencias. Todo ello crea un espacio para el cambio y la transformación de la personalidad propia.