Uso terapéutico del movimiento y la danza con el fin de introducir al cliente en un proceso creativo que estimule su integración emocional, cognitiva, física y social. Este método de expresión no verbal crea una «coreografía» específica de cada persona y refleja la forma en que percibe y experimenta el mundo exterior. Esta terapia expresiva se realiza únicamente con la ayuda de herramientas psicológicas de carácter comunicativo y relacional, basadas en la interacción consciente, intencionada, estructurada y científica entre el terapeuta y el cliente.